VERANO EL PILZAN

Cielos estrellados sin fin, excesos culinarios, el pirineo majestuoso e indiferente ante nosotros, el barro viscoso como un comercial pesado en el pantano de Graus... y hasta un templo budista! De todo ello y más hemos disfrutado en esta semana en Pilzan, en la cual se ha jugado al escondite, hemos contado estrellas fugaces, HAN realizado tareas titánicas para estos tiempos como es desbrozar todo un campo de malas hierbas, nos han atacado palomas enfurecidas y nos han timado en las tiendas de Benabarre.
No compréis batida de coco en Benabarre! (por otra parte, qué buena está la sepia en Benabarre, todo hay que decirlo)